Emocia

Emocia

Somos salud mental

Programa tu cita
presencial o en línea

No puedo sentirme feliz

En ocasiones, nos hemos sentido tristes sin tener una razón aparente, o bien, no logramos identificar qué es lo que nos pasa, y, solemos cuestionarnos ¿por qué no puedo sentirme feliz? Puede parecer frustrante y angustiante, ya que no encontramos una respuesta para sentirnos mejor.

La realidad, es que hoy en día, pareciera que se nos obliga a ser feliz, ya que no está permitido vernos tristes, sentir dolor o angustia; basta con ver en redes sociales o en televisión cómo comparamos nuestra felicidad con la de otros.

Los medios aparentemente nos muestran que existe una pastilla para deshacernos de todos nuestros síntomas, malestares, así curar todo lo más pronto posible, librarnos de sentir insomnio, acidez, dolor de estómago, dolor de cabeza, etc. 

Gran parte de nuestra vida, la enfocamos de una u otra forma a evitar el sufrimiento, y, pasamos gran parte de nuestro tiempo tratando de encontrar alivio. Pareciera que estamos dispuestos a todo para gozar, pero, no para permitirnos sentir dolor.

¿Satisfacer nuestros deseos nos llevará a alcanzar la plena felicidad?

Debemos saber que esto no es posible, ya que en la vida de una persona todas las cosas no pueden estar bien o a la perfección, así como el cumplimiento de todos nuestros deseos, no es sinónimo de satisfacción, porque ninguna sensación será igual a otra.

En lugar de pensar de esta manera, hay que cuestionarnos si quizás vivimos algo que nos afectó tanto o causó tanta conmoción en nuestra vida, de tal manera que pareciera que desarrollamos cierta fijación con aquella experiencia.

Por ejemplo, cuando somos niños y los afectos, la diversión y los apapachos sobresalen, conforme el niño va creciendo, sabrá que ese núcleo familiar es un paraíso que disfruta, y por lo tanto, buscará otras alternativas similares a ese núcleo que antes le brindaba felicidad sin realizar esfuerzo alguno.

Por lo tanto, pareciera que el niño está obligado a buscar cualquier experiencia que sirva para regresar a esas primeras vivencias, con la diferencia, de que ahora sí tiene que realizar esfuerzos, y por lo tanto, experimentar dolor.

Lo mismo pasa con las experiencias que no fueron satisfactorias, será de manera contraria, y por lo tanto, sentiremos miedo a revivir o pasar por la misma situación.

La importancia de un proceso psicoterapéutico

Aunque solemos ir con la expectativa de pensar que encontraremos una fórmula mágica en terapia para ser felices, la realidad es que resulta ser un espacio dónde nos toca enfrentarnos con nosotros mismos, para así poder aceptar cada emoción y saber que se nos engaña sobre la supuesta verdadera felicidad.

“Nadie tiene que ser feliz todo el tiempo. Eso no es salud mental, es engaño.” Meredith Grey

¿Y qué es la felicidad?

Debemos saber que la felicidad es tan efímera, porque la experimentamos en contraste a las frustraciones, dolores, sensaciones, etc.; de tal manera que, debemos permitirnos sentir y tener en mente que la felicidad es individual, singular e incompleta a la medida de cada uno, y que ningún sentir es o será igual a otro.

“Se requiere de tristeza para conocer la alegría; de dolor para apreciar el amor. Si no hay oscuridad, no se puede iluminar. Sin escuchar ruido, ¿Cómo estimar el silencio? Se precisa de ausencia para valorar la presencia; y a veces, un corazón roto para saber cómo no romper otro.” Anónimo.

Tabla de contenidos