¿Tienes problemas para prestar atención?, ¿Te distraes fácilmente?, ¿Sueles olvidar las cosas?, o, ¿Se te dificulta controlar algunas conductas impulsivas?
Posiblemente, se trata del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el cual se caracteriza por generar dificultades en múltiples áreas del funcionamiento de la persona que lo padece; de tal manera que su desarrollo social, emocional y cognitivo se ve afectado.
De acuerdo al DSM-5, el TDAH es un trastorno que se caracteriza por la presencia persistente de falta de atención, hiperactividad e impulsividad, que resultan ser manifestaciones inapropiadas para la edad de las personas.
¿Quiénes son las personas con TDAH?
Las personas que padecen TDAH, son personas comunes al resto de la población, pero, estas personas manifiestan comportamientos que nos hacen prestar un poco más de atención en ellas.
Por ejemplo, son aquellos niños inquietos y desorganizados que vuelven locos a sus padres, es aquel adolescente aparentemente incapaz de limpiar su cuarto o lavar los trastes, es aquella amiga que siempre interrumpe a los demás para poder hablar sobre la idea que le acaba de llegar a la mente, o bien, es aquel adulto al que se le dificulta cumplir con las tareas laborales porque se le hacen muy laboriosas y aburridas.
Como vemos, el TDAH tiene diversas maneras de manifestarse, por ello, es importante prestar atención a aquellos aspectos que no son tan comunes y que pueden ser indicadores de este trastorno.
Por lo tanto, es fundamental descartar que se trate de otra cuestión de salud emocional y/o física y contar con una valoración psiquiátrica y/o psicológica que determine si en efecto se trata de TDAH o no, ya que en ocasiones este diagnóstico se puede confundir con otros.
¿Cómo se manifiesta el TDAH en las personas?
El TDAH presenta un patrón continuo en la dificultad de autocontrol y para prestar atención, así como también, se presenta una necesidad de tener que moverse o de realizar alguna actividad de manera constante porque se tiene demasiada energía, actuar sin pensar, hablar demasiado y/o interrumpir en momentos inoportunos, olvidos frecuentes, desorganización, desesperación, hiperconcentración (la persona se concentra tanto en algo que deja de darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor), etc.
¿Cómo afecta el TDAH a las personas?
Por si fuera poco experimentar esta serie de síntomas o dificultades, el TDAH suele generar ciertas repercusiones a nivel personal, familiar, escolar, laboral y social, ya que causan cierto nivel de disfuncionalidad.
Por ejemplo, problemas de conducta, dificultad para aprender, bajo rendimiento académico, dificultad para relacionarse con los demás, irritabilidad, frustración, problemas de autoestima, ansiedad y/o depresión, etc.
¿Cómo ayudar a las personas con TDAH?
Como ya vimos, padecer TDAH no es una cuestión sencilla, ni para la persona que lo padece, ni para quien convive con ella, por eso, es fundamental informarnos y educarnos sobre este trastorno, ser comprensivos y empáticos.
Así como también, contar con atención profesional de un psiquiatra y/o psicólogo que proporcione un tratamiento para este padecimiento.
La mejor forma de abrazar el TDAH, es con paciencia y sin etiquetas… Recuerda, que el padecer un trastorno no nos define como persona.