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Ansiedad por tener pareja

Hoy en día, se sabe mucho sobre el miedo y la ansiedad por querer tener pareja, pero, sabías que de igual manera existen personas que presentan ansiedad por tener pareja; es decir, temen formalizar, etiquetar o comprometerse a tener una relación.

Mi espejo en el otro

La mayoría de nosotros busca conscientemente cualidades en el otro, pero, la realidad es que el tener pareja es como un espejo para el otro, donde se terminan reflejando aspectos nuestros en la otra persona, los cuales muchas veces giran en miedos, dependencia e inseguridades.

El tener pareja conlleva a mostrar tu mejor lado, pero también, a enfrentarnos a aquellos aspectos que no nos gustan de nosotros y a cuestionarnos, por ejemplo, el ¿por qué nos enamoramos?, o ¿Cómo nos enamoramos?

Cuando tenemos pareja, cualquier característica propia puede ser proyectada, por ejemplo: 

Si tengo como pareja a alguien posesivo, puede ser que lo haya elegido porque inconscientemente, hay un aspecto mío así de posesivo o alguna otra característica, la cual nos lleva a un hilo de nuestra vida del cuál aún no nos hemos logrado desprender.

Tener pareja puede hacernos sentir vulnerables, por lo tanto, podemos llegar a frenarnos, ya que el adentrarse a una relación, es sinónimo de abandonar lo conocido y aventurarse a cambios que nos hacen salir de nuestra zona de confort.

Tener pareja reabre heridas

Cuando iniciamos una relación podemos reabrir heridas causadas por vivencias pasadas que no hemos logrado sanar o procesar, lo cual, causa miedo a que eso se repita, y por lo tanto, hay personas que deciden cerrarse en sí mismos y evitar toda relación posible.

Sin embargo, esto no necesariamente se relaciona con experiencias amorosas, sino también con aspectos en general de nuestra vida que hoy en día seguimos arrastrando.

Miedo a sentir

El miedo de perder a la persona que amamos o el temor de ser lastimados, puede hacernos correr de cualquier compromiso, ya que vivir una ruptura es sinónimo de atravesar por un duelo, del cual muchas veces, creemos no ser capaces de afrontar.

Pero, sabías que la forma en que manejamos nuestros duelos y pérdidas se relacionan con nuestros primeros modelos de amor; es decir, con nuestros primeros cuidadores (papás, abuelos, etc.), y de vinculación; esto puede ocasionar que aquellas vivencias dejen una marca indeleble que terminará presentándose en las próximas relaciones que estableceremos.

Recuerda que debemos entender la ausencia de alguien más, no como una falta de algo, sino como una vivencia compartida; ya que cada uno de nosotros tenemos varios guiones en nuestra vida.

Indagar a cada quién en sus propios guiones y en aspectos que solemos repetir de una relación a otra no es tarea fácil, pero, el acudir a psicoterapia nos ayudará a contar con un espacio de escucha.

A largo plazo encontraremos la posibilidad de desprendernos de aquellas vivencias y así elegir una pareja desde una motivación más personal y también a mejorar los vínculos que tenemos.

«Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte».

Julio Cortázar

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